VITILIGO

 

El vitíligo es una enfermedad que se manifiesta por la aparición progresiva, de áreas sin pigmento en la piel, caracterizada por la presencia de máculas blancas, de curso crónico e impredecible, causadas por una alteración en la función de los melanocitos epidérmicos y en otros casos de los folículos pilosos. Se estima que la prevalencia a nivel mundial es de 0,5% a 2%, afectando a todas las razas y géneros. Aunque su causa se desconoce, la existencia de antecedentes familiares puede sugerir un factor genético vinculado, al igual que factores virales, deficiencias de los factores de crecimiento de los melanocitos, defectos intrínsecos de estructura y función de los mismos, entre otros. Se han abordado varias hipótesis para entender el desarrollo de la enfermedad, entre ellas la hipótesis bioquímica, la neural y la autoinmune, siendo esta última la más aceptada. Esta se fundamenta en la evidencia de que la destrucción de los melanocitos es debida a los mecanismos de autoinmunidad.

¿Cómo se aborda esta patología?

Debido a que cada paciente puede presentar un progreso distinto de la enfermedad, en cuanto a extensión y variedad de lesiones, el manejo del Vitiligo se aborda de manera personalizada, según cada caso. Para su tratamiento se considera la intervención de ciertos medicamentos, al igual que cremas tópicas y otras alternativas combinadas con fototerapia, para repigmentar las zonas afectadas; asimismo, existen otros enfoques, como lo es el de eliminar el color restante, en casos en donde la enfermedad se encuentre extendida; en este caso se tratan aquellas zonas de la piel no afectadas para permitir aclararlas gradualmente y así fundir su tonalidad con las zonas ya decoloradas.

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