LUPUS EN LA PIEL

 

El lupus en la piel corresponde a una patología de naturaleza autoinmune, en donde el sistema inmunitario ataca distintos órganos vitales del cuerpo, causando daño e inflamación. Su diagnóstico puede ser difícil, ya que sus signos y síntomas pueden asimilarse a los de otras enfermedades, sin embargo, la evidencia más distintiva puede ser en el tipo de lupus que compromete la piel, por medio de una erupción llamada “eritema en alas de mariposa”, la cual se aprecia como un enrojecimiento y erupción en la piel de mejillas y nariz, que se asemeja a las alas abiertas de una mariposa mariposa, esta manifestación se asocia con actividad del lupus sistémico; también existen otros tipos de lupus que solo afectan la piel. Aunque se desconoce la causa de esta enfermedad, se estima que la predisposición genética juega un papel importante, sobre la que podrían intervenir factores desencadenantes como el sol y ciertos medicamentos. Si bien no hay cura para esta patología, los tratamientos se enfocan en controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente.

¿Cómo se aborda esta patología?

 

Debido a que no existe una prueba diagnóstica que sea definitiva para determinar la enfermedad, el diagnóstico está basado en la exploración completa de la piel, los síntomas, los hallazgos clínicos y las pruebas analíticas. Asimismo, el tratamiento para los casos de lupus en la piel están orientados a mejorar las lesiones cutáneas, evitar las cicatrices y disminuir la aparición de nuevas lesiones, acompañado de pautas de cuidado frente al sol y medicamentos según cada caso.

 

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