HIPERHIDROSIS
La hiperhidrosis es una enfermedad caracterizada por la producción de sudor de manera excesiva, que afecta a hombres y a mujeres por igual, y que puede comprometer todas las superficies de la piel, pero con mayor incidencia en palmas, axilas, plantas de los pies e incluso las ingles. Debido a esta sudoración incontrolable y de forma impredecible, la zona afectada puede apreciarse de tonalidad rosada o blanco-azulada y en casos más severos la piel puede sufrir fisuras y descamaciones, al igual que un incómodo mal olor, causado por las bacterias que descomponen las proteínas del sudor; aunque esta condición sólo supone una molestia sin ningún tipo de riesgo para la salud, el impacto psicológico puede generar una gran disminución de la calidad de vida del paciente, afectando su vida social, familiar y laboral.
¿Cómo se aborda esta patología?
En caso de enfrentar casos de hiperhidrosis leve, el tratamiento puede enfocarse en el suministro de fármacos o antitranspirantes, que ayudan a mitigar los efectos de esta condición; para combatir casos más severos, la aplicación de la Toxina Botulínica resulta una técnica muy efectiva para reducir el sudor; su método de acción se efectúa por medio de microinyecciones en la zona a tratar, de manera subcutánea. Su efecto actúa en la unión del nervio con el músculo, para evitar la contracción muscular y la inhibición de la producción de acetilcolin, un neurotransmisor cuya función es iniciar el proceso del movimiento de las fibras musculares; el procedimiento no representa riesgosa para el paciente y sus efectos se pueden apreciar en los siguientes días con una duración entre siete a 10 meses.