AMPOLLAS
Las enfermedades ampollosas corresponden a un grupo de patologías en las que por error los anticuerpos atacan las proteínas que son esenciales para que las capas de la piel se adhieran, causando ampollas que afectan principalmente la piel, las mucosas y las membranas de muchas superficies internas del cuerpo. Por esta razón, los síntomas asociados pueden variar en función de la localización de la ampolla, algunas manifestaciones pueden presentar sangrado gastrointestinal, dificultad para tragar e incluso para respirar.
Estas ampollas al estar más extendidas, se caracterizan porque sanan más lentamente en comparación a las ampollas causadas por quemaduras leves, fricciones o lesiones. Aunque mujeres y hombres suelen ser afectados por igual, generalmente las enfermedades ampollosas se desarrollan en adultos de mediana edad, pero también hay incidencia en pacientes de cualquier edad, incluso en niños.
Existen distintas enfermedades ampollosas autoinmunes, entre las cuales se destaca pénfigo, penfigoide, dermatosis mediadas por IgA y epidermólisis ampollosa adquirida, con más subtipos derivadas de las mismas.
¿Cómo se aborda esta patología?
El estándar de las pruebas de diagnóstico para las enfermedades de la piel con ampollas autoinmunes incluyen la exploración física del paciente, biopsias de una de las lesiones o mucosas, estudios de biología molecular y diagnósticos de tipo inmunológico. Un diagnóstico preciso y específico es requisito esencial a la hora de emitir un pronóstico confiable y así seguir un protocolo definido y continuo; este puede involucrar medicamentos con efectos a nivel antiinflamatorio e inmunosupresor.