ACNÉ

El acné es una de las afecciones más comunes de la piel, siendo los adolescentes la población más afectada y en menor proporción los adultos. Generalmente el acné se evidencia en lesiones, que en una etapa inicial se denominan comedones de tipo abierto, o puntos negros y cerrados con puntos blancos. Las pápulas, aquellas lesiones más superficiales, se caracterizan por ser abultamientos de tonalidad rojiza, que potencialmente pueden evolucionar a pústulas, las cuales tienen una apariencia de pus blanco o amarillenta. Entre más tamaño y profundidad tenga la lesión, mayor será la posibilidad de generar procesos de cicatrización, causando las temidas huellas del acné. Aunque los factores hormonales tienen gran responsabilidad en el origen del acné, ningún paciente es igual a otro, pues existen diversos aspectos externos que pueden actuar como agravantes de esta condición, entre estos: el uso inadecuado de productos cosméticos, la alimentación, el estrés, entre otros.

¿Cómo se aborda esta patología?

 

Para tratar el acné es necesario en primera instancia ofrecerle al paciente un tratamiento personalizado en función de su edad, la severidad del caso y el tipo de acné; en este caso, las terapias pueden involucrar tratamientos tópicos, mediante el uso de productos especializados, sin excipientes grasos, no comedogénicas junto a pautas higiénico-cosméticas sugeridas a manera de rutina; asimismo, en ciertos casos es posible involucrar la prescripción de antibióticos orales y en las mujeres, cuya causa esté dada por alteraciones hormonales, un tratamiento hormonal.

Para el manejo de las cicatrices contamos con tratamientos especializados como Nanopore o terapia de microagujas, los cuales están dirigidos a la formación de micro orificios en la piel, para favorecer la permeabilidad cutánea; así se facilita el transporte de activos eficaces, que viajan a través de las capas más profundas del tejido, permitiendo estimular el proceso de reparación cutáneo.

En cuanto a marcas de acné más severas, ofrecemos otras alternativas que involucran el manejo del equipo Erbio, una completa plataforma, ideal para tratar cicatrices de cualquier índole; su método de acción trabaja a partir de una ablación controlada, generando en la piel un fenómeno inflamatorio, que permite la estimulación de colágeno y elastina, para propiciar la regeneración cutánea. La textura de la piel mejora significativamente y las imperfecciones se hacen menos evidentes.

Asimismo, otras alternativas de tratamiento para cicatrices más pigmentadas pueden involucrar un manejo con peelings de diferente composición, en función de las necesidades de cada paciente.

 

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